Si no hay transparencia de lo que mi cerebro piensa,lo que mi pensamiento tiene,lo que mi deseo expresa ,faltaran razón de lo sublime para saber quien soy.
Y son todos aquellos actos ,por pequeño o vacíos que fueren,para mostrarnos con plena razón,que somos.
Y no es un juego,un momento o aquella pasión de lo sentido o vivido,que nos hace vibrar a poder reconocer si somos lo que verdaderamente pensamos.
Es allí donde la conciencia de esa alma,curtida por tantas tormentas,tantos diarios o contradicciones que le agregamos con los años,la disponemos como hermana del hoy y los recuerdos,ante cualquier adversidad.
Son muy pocos ahora,que salidos del afán y traicionados por la búsqueda adicta del beneficio,detienen a un mínimo segundo ,obligare a evaluar,antes que ese loco discurrir de las palabras ,revele lo que en un total sentido ,queda de ese ser elaborado,para lo mediocre o lo infinito.
Somos,ciegos,sordos,para ver en los demás lo que nos falta y mudos para dar las verdaderas palabras de lo que realmente somos en el alma.