viernes, 17 de octubre de 2008

Estamos en los otros



Competía con otros extraños,como yo lo soy; una de tantas carreteras que en cada recodo es posible terminar la vida ; empacados como sardinas en su lata ,la necesidad de desplazarme me hacia objeto del diario.

Nos movíamos lado a lado,extremo a extremo como mercancía mal empacada.

Fueron los niños con sus lamentos los que iniciaron la alarma y luego sus vomitos , mostraron el pánico.

Parecía vencersele el tiempo sobre la tierra a este conductor y reempacando su mercancía hace subir a nuevo personal , jóvenes mujeres que bajo la resaca tratan de impresionar el cambio con la palabra y solo la velocidad las coloca en la realidad"este inconsciente,nada tiene para ofrecer".

Curva,tras curva nos enfrentamos al misterio de la vida ,en el ultimo recodo estamos frenando sobre sus llantas delanteras , solo la música de mala muerte le permite diluir el pánico(el cree que son melodías eternas).

Solo una mujer razonable le llama la atención ,trata de hacerle entender que a pesar de ser mercancía para el momento;también el puede quedar como los demás en el pasado a pesar de tener tantas y tantas medidas de respeto que solo parecen pintadas,para no ser leídas en idiomas extraños(cuando solo son lo mínimo para sobrevivir).

Estos hombres del común cuya educación es la vida diaria y la lucha por el centavo,solo les importa el producto bruto de su irresponsabilidad y la compañía de sus empresas que se burlan de sus usuarios como material explotable a sus necesidades.Para ellos no vale sino el lucro del todo por el todo,el ser humano termina;cuando ha pagado su servicio.

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